viernes, 24 de mayo de 2013

Dos escenarios un sólo ganador


DOS ESCENARIOS UN MISMO GANADOR.



No hay que ser un profeta sino tener algo de sentido común para pronosticar cuál será el desenlace de los acontecimientos relacionados con el proceso de paz y el proceso electoral que se avecina para el año 2014.

A la luz de los acontecimientos actuales, se pueden plantear dos escenarios diferentes pero con los mismos protagonistas y donde sin lugar a dudas el ganador será uno sólo, y ojalá, por efecto multiplicador el país también pueda serlo.

El primer escenario que se plantea es el de un gobierno fuerte, que en noviembre le dice a los negociadores de las FARC en la Habana que al fin cuál es el propósito de las negociaciones y que en que es lo que van a ceder. En respuesta a esa petición, saldrá Iván Marquez, acompañado de Catatumbo, París, Santrich y el dummie de Simón Trinidad a decir que ante el avance de las negociaciones y la buena voluntad del gobierno, las FARC firmarán en forma parcial un acuerdo por medio del cual se comprometen a entregar un buen número de armas y alejarse del negocio del tráfico ilícito de estupefacientes, pero que dada la complejidad del asunto, tendrán que esperar a ver quienes serán los candidatos presidenciales, con el propósito de poder garantizar lo acordado.

En este primer escenario el ganador será el Presidente Santos, pues asumirá la responsabilidad de tener que ser candidato para comprometerse con la continuidad del proceso.

Ahora el segundo escenario; unas FARC crecidas por la vitrina mediática que se les ha brindado, se oponen a expresar que habrá algún tipo de acuerdo antes de finalizar el mes de noviembre del año en curso. Como resultado de la actuación y la declaración de Marquez, acompañado de Catatumbo, Paris, Santrich y el dummie de Simón Trinidad, saldrá el señor Presidente a decir que las FARC han perdido una oportunidad de oro, que han pateado la mesa y que se han mantenido en el engaño al pueblo colombiano. Entonces no queda otra opción que anunciar su candidatura y expresarle a los colombianos que se continuará con los operativos militares en contra de las organizaciones narcoterroristas hasta derrotarlos y hará un recuento de los miembros del secretariado caídos en los últimos años, desde Jojoy y Cano.

En este segundo escenario el ganador volverá a ser el Presidente Santos, aflorando a la mano dura y al compromiso de derrotar a los violentos hasta conseguir la victoria y que para ello necesitará cuatro años más.

Al final, dos escenarios muy posibles pero un mismo ganador. Quiera Dios, que en cualquiera de los dos, la sociedad colombiana y el país en general por lo menos resulten segundos.

martes, 14 de mayo de 2013

¿Cómo debe ser empleado el Poder Naval en su rol de respaldo a las políticas de desarrollo marítimo, seguridad y defensa del Estado?


¿Cómo debe ser empleado el Poder Naval en su rol de respaldo a las políticas de desarrollo marítimo, seguridad y defensa del Estado?

Para dar respuesta al interrogante planteado, es necesario identificar las políticas de desarrollo marítimo con que cuenta el país, así como las orientadas a mantener y fortalecer la seguridad y defensa del Estado Colombiano.

La Política Nacional del Océano y los Espacios Costeros –PNOEC-, establece como objetivo general promover el desarrollo del océano y los espacios costeros, así como los intereses marítimos de la nación mediante estrategias que permitan su máximo aprovechamiento económico en beneficio público y la conservación del medio ambiente.[1]

El objetivo planteado contempla definiciones afines con el aspecto de seguridad y defensa nacional, toda vez que estos dos conceptos se relacionan de manera directa con el desarrollo y el bienestar de la comunidad, como lo plantea el Manual de Seguridad y Defensa Nacional.[2]

Así bien, se establece una relación directa entre el concepto de desarrollo y el de seguridad, tal como lo expresara el ex Secretario de Estado de los Estados Unidos Robert Mcnamara, al culminar su definición sobre seguridad nacional con la expresión “…la seguridad es desarrollo y sin desarrollo no puede haber seguridad”.[3] En tal virtud, el Poder Naval debe ser empleado de tal manera que contribuya a respaldar tanto la promoción del desarrollo costero como lo plantea la PNOEC y al mismo tiempo debe emplearse para contribuir a generar unas condiciones adecuadas que respalden la seguridad y la defensa nacional.

Si las marinas de guerra existen para permitir al Estado al que pertenecen utilizar el mar en su beneficio y negárselo al adversario[4], es claro que el papel de la Armada Nacional, representante del poder naval en el país, debe ser el de un aporte al cuidado y a la protección de los intereses marítimos, que garanticen las oportunidades necesarias para que la población tenga acceso a los medios de producción en el ambiente marítimo, lo que a su vez redundará en el desarrollo del país y por consiguiente aportará de manera decidida a la seguridad y defensa del mismo.
De esta manera, la respuesta al interrogante planteado, es que el Poder Naval en Colombia, (para contextualizar y enmarcar el problema), debe ser empleado de manera que contribuya a la protección de los recursos naturales disponibles en el mar territorial, zona contigua y zona económica exclusiva, con el fin de permitir la explotación por parte de ciudadanos colombianos. De igual manera, debe emplearse para la protección de las líneas de comunicación marítima, materializadas en los buques de carga que arriban y zarpan hacia y desde los puertos colombianos, de esa manera contribuyen a la creación de empleos y al fortalecimiento de la competitividad en el sector portuario del país.

De otro lado, aunque no es descartable, - y para ello existe una marina de guerra -, una eventual confrontación armada con un enemigo convencional, es decir con otro Estado, no es un escenario que se vislumbre en el horizonte de las relaciones internacionales del país, dada su actitud estratégica defensiva, razón por la cual el empleo del poder naval debe estar orientado, además de las acciones mencionadas anteriormente, a negarle el uso del mar a los actores que atenten contra la seguridad y defensa de la nación, como por ejemplo las organizaciones narcoterroristas que lo emplean para el tráfico ilícito de narcóticos hacia las costas de otros países o para el ingreso de insumos para la elaboración de drogas ilícitas o el ingreso de armas y municiones que alimentan el conflicto interno.

Un poder naval que se desempeña en un escenario de relativa calma, como es la situación regional en el caribe, debe enfocarse en la protección de las fronteras marítimas[5] pero más que para hacerle frente a un enemigo convencional, es para contrarrestar las amenazas transnacionales y asimétricas que atentan contra el desarrollo de una nación y por consiguiente contra los propósitos de seguridad y defensa nacionales.

El poder naval respalda las políticas de desarrollo marítimo y seguridad y defensa nacional en la medida que genera las condiciones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Referencias bibliográficas:




[1] Política Nacional del Océano y los Espacios Costeros. Comisión Colombiana del Océano. Objetivo p10

[2] Manual de Seguridad y Defensa Nacional. FFMM 343 -  Reservado. Imprenta de las Fuerzas Militares.

[3] Robert Mcnamara. Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América entre 1961 y 1968 y ejecutivo de la FORD. Amplia experiencia en los campos político, económico y militar.

[4] HARDY VIDELA, David. La Proyección del Poder Militar a través del Mar; Máxima contribución naval al accionar conjunto. Revista de Marina. Armada de Chile. Volumen 122/889. Noviembre – Diciembre 2005.

[5] Medina, Neil y Roa, Juan Carlos. “Estrategia Marítima, Conceptos y Correlaciones”. Escuela Superior de Guerra. Trabajo de Fuerza, Bogotá 2006. Revisión Febrero 2013. P 235

EL APORTE DEL CAMPO DE ACCIÓN MILITAR A LOS OTROS CAMPOS DEL PODER NACIONAL, A TRAVÉS DEL PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA BASE NAVAL EN CARTAGENA


EL APORTE DEL CAMPO DE ACCIÓN MILITAR A LOS OTROS CAMPOS DEL PODER NACIONAL, A TRAVÉS DEL PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA BASE NAVAL EN CARTAGENA



“Hace ya algunos años yo tenía un sueño, sigo teniendo ese sueño: sacar la Base Naval de donde está y llevarla a Tierrabomba. Eso para Cartagena es un tremendo alivio, ahí se puede hacer una renovación urbana muy importante. Para la Armada construir una base nueva, con aguas profundas, también es un paso muy importante.”[1]


INTRODUCCIÓN

La construcción de la nueva base del Caribe en la isla de Tierra Bomba, ubicada en la bahía de Cartagena al sur de la ciudad, se constituye en un proyecto de gran envergadura que incluye a todos los campos de acción del poder colombiano.

En el proyecto se encuentran involucrados los campos del poder nacional, de acuerdo con el siguiente planteamiento; nace de una iniciativa del campo de acción militar, recibe el apoyo directo del poder político en cabeza del Presidente de la República y contribuye de forma directa al fortalecimiento del campo económico y del campo social.

El propósito del presente escrito, además de su orientación académica dirigida a la asignatura de Campos de Acción del Poder, de la especialización de Seguridad y Defensa de la Escuela Superior de Guerra, es demostrar cómo a partir del desarrollo de un proyecto de seguridad y defensa nacional, como la construcción de una nueva base naval en la ciudad de Cartagena, se contribuye al fortalecimiento de los otros tres campos de acción del poder nacional.
Para ello, se ha adelantado una investigación orientada a la identificación de los conceptos que relacionan la seguridad y defensa de un país con el desarrollo de los campos de acción. De igual forma se han tomado algunos conceptos de países que se han destacado por su aprovechamiento de los recursos marítimos y se ha consultado documentación del orden nacional e institucional relacionada con el tema de estudio.


Algunos Antecedentes:

El proyecto de la construcción de la base naval en la isla de Tierra Bomba, no es una iniciativa reciente, de hecho, desde mediados del siglo XX, se pensó en la isla como el lugar más adecuado para el establecimiento de la base más importante de la Armada Nacional, en razón a su excelente ubicación geográfica, a la posibilidad de construir una base en aguas protegidas y a la tradición histórica naval-militar que reconoce a Cartagena de Indias desde la época de la colonia española, no en vano fue fundada por Don Pedro de Heredia por la ventaja estratégica que ofrecía la localización de la bahía.[2]

Es así, como a través del Decreto No.121 del 18 de enero de 1950, el entonces Presidente de la República, Doctor Mariano Ospina Pérez, destinó para el servicio de la Base Naval Militar de Cartagena de la Marina de Guerra Nacional, la isla de Tierra Bomba. Sin embargo, por diferentes motivos, no se iniciaron las obras y en 1957, el gobierno, modificó la decisión al expedir el Decreto 31 del 22 de febrero por medio del cual cedió gratuitamente una parte de la isla al municipio de Cartagena y reservó la otra para la Armada Nacional.[3]

En diciembre de 1960, mediante acta del 21 de diciembre de 1960, firmada por representantes de la Armada Nacional, de la gobernación de Bolívar y de la alcaldía de Cartagena, se definieron los límites vigentes en la actualidad, en los que se reservaron 864 hectáreas para la Marina de Guerra de las casi 2000 hectáreas que tiene la isla.
Sin embargo, la idea de la construcción de la base naval en la isla de Tierra Bomba no ha sido desechada, por el contrario, se ha fortalecido bajo el concepto de ser una excelente posición estratégica en el Caribe.

La iniciativa ha sido retomada por el señor Presidente de la República, enmarcada dentro de la “locomotora” de la infraestructura, de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo[4] y organizada por el Comando de la Armada mediante la creación de la Gerencia del Proyecto de la Base Naval, con dedicación exclusiva en este tema, alineándolo con el Plan Estratégico Naval 2011-2014 que a su vez se alinea con la Política de Seguridad y Defensa para la Prosperidad.[5]


La relación entre defensa y seguridad.

La Defensa Nacional, entendida como “una acción integral del Estado, desarrollada por el poder político para evitar las pretensiones de agresores internos o externos”[6], es un concepto que abarca no sólo el campo militar, sino que genera una relación directa con los demás campos del poder.

La Defensa es un concepto ligado a la sociedad, como lo expresara la Ex Presidente de Chile cuando se desempeñaba como Ministra de Defensa del gobierno del Presidente Lagos; “La Defensa es un bien social y debe ser considerada como un bien público en un sentido integral. Se trata de un bien que debe ser financiado por el Estado, por cumplir una función social básica para la existencia de la sociedad, y que por su carácter de bien público puro no puede ser entregado a mecanismos de mercado, debido a que éstos no operan adecuadamente en la provisión de este tipo de bienes.”[7] En tal virtud, es deber del Estado, a través de la acción de los campos del poder nacional, proveerla y mantenerla para los ciudadanos.

Amparado en el concepto anterior, es posible establecer que mediante la ejecución de un proyecto militar, orientado a mejorar la capacidad de defensa del país, se contribuirá a mejorar la calidad de vida de los habitantes de una región, lo que redundará en beneficio de la sociedad de un país. Esta afirmación se confirma con lo expresado por algunos analistas (Lorca Sánchez, 2000), quien resalta la participación de diferentes actores de la sociedad en el desarrollo de los proyectos de defensa; “Como actividad económica, la Defensa Nacional utiliza recursos humanos, de capital físico, tecnológico y bienes intermedios que combinados permiten entregar un nivel de potencial bélico que maximiza el efecto de defensa sobre el adversario.”[8]

De igual forma, la cartilla del módulo de Fundamentos de Estrategia del Curso de Estado Mayor, define la defensa como el medio de que se vale el Estado para lograr uno de sus fines más importantes; la seguridad[9]. Y si tomamos la definición que en el mismo documento se hace de la seguridad, “situación en la cual los intereses de la Nación se hallan a cubierto de interferencias y perturbaciones sustanciales[10], encontramos que, a través de una adecuada defensa, se logrará una efectiva seguridad que se traducirá en desarrollo y bienestar para la sociedad, lo que a su vez permitirá resultados tangibles para los campos de acción económico y social.

De otro lado, el aporte de la defensa a la seguridad de un país, no se queda tan sólo en eso, en garantizar que esa percepción,  sea aceptable por parte de la sociedad, se trata de un ejercicio que va más allá del concepto de seguridad en si mismo, es decir, que involucra otros niveles de bienestar que contribuyen al desarrollo de un país.

Tal como lo manifiesta Ann C Mason, “Una perspectiva integral de seguridad debe integrar tres componentes: el desarrollo económico, las instituciones y el orden público.”[11] El primero de ellos, el desarrollo económico, se refiere  a las oportunidades que se generan en una sociedad con altos niveles de seguridad, el segundo, las instituciones, está determinado por el grado de madurez y responsabilidad de la institucionalidad de un Estado y el último, el orden público, es el resultado de unos altos niveles de seguridad en comunión con unas instituciones sólidas.

Lo anterior se complementa con la afirmación de “La provisión por parte del Estado de protección física a los ciudadanos, a su infraestructura, a sus instituciones y a su territorio, así como las instituciones públicas y privadas que establecen el contexto normativo y legal de las actividades estatales y de la sociedad, y también, la satisfacción de las necesidades humanas básicas, sumados a los recursos e incentivos suficientes para estimular la economía, forman una matriz sistémica de seguridad”.[12]

Ahora bien, al tratarse de un proyecto de construcción de una base naval, a orillas del mar Caribe, no es posible dejar de lado la relación con el entorno marítimo nacional, aspecto este, que reviste vital importancia para un país que posee costas en el dos océanos, con una extensión de casi 3.000 Km, 1300 en el océano Pacífico y 1600 Km en el mar Caribe, generando casi un millón de kilómteros cuadrados de área marítima.

El mar, por su vasta extensión, contiene infinidad de recursos, que mediante un adecuado control y explotación, sirven de impulso a la economía de un país. Al respecto, se puede mencionar lo siguiente: “…el uso del mar permite desarrollar un conjunto de conocimientos y experiencias, inventar tecnologías y adquirir habilidades en la población de un país.”[13]

Para entender de mejor manera como el mar se convierte en una fuente importante de riquezas que contribuyen al desarrollo de un país, bien vale la pena mirar hacia el sur del continente y observar un Estado que como el chileno, ha volcado sus objetivos nacionales hacia el mar y gracias a ello ha desarrollado una política de Estado con el océano como eje principal, recibiendo inmejorables resultados. Ejemplo de ello se manifiesta en lo expresado por (Mora Riquelme, 2005): “El mar es un medio que no sólo sirve para permitir el transporte marítimo, sino que por el contrario, en el existen diversas actividades de índole político, económico, social y militar que, adecuadamente aprovechados, pueden contribuir a la grandeza y desarrollo de un país.”[14]


Aportes específicos a la ciudad de Cartagena

La construcción de la base naval en la isla de Tierra Bomba, le brinda a la ciudad de Cartagena una gran oportunidad para desarrollar un proyecto de renovación urbana en el sector de Bocagrande, toda vez que los terrenos ocupados actualmente por la Base Naval ARC “Bolívar” podrán ser destinados para el empleo del uso del suelo en otra modalidad, de acuerdo con lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad de Cartagena.[15]

Así mismo, al efectuar un desarrollo en la isla de Tierra Bomba, se podrá realizar un proceso de expansión urbana hacia la isla, contribuyendo a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las comunidades, toda vez que se prevé la construcción de redes de acueducto y alcantarillado, así como el suministro permanente de energía eléctrica y gas natural.

De esta forma, conceptos de renovación y expansión urbana se unen para lograr el denominado desarrollo urbano, que no es otra cosa que el mejoramiento de condiciones generales de vida para una comunidad. [16]


Conclusiones

Los Campos de Acción del Estado son dinámicos e interdependientes, cualquier impulso que se le de a uno de ellos, impactará de manera positiva en los otros. Para el caso del proyecto de la Base Naval, se puede observar que desde una iniciativa del campo militar, se contribuye al impulso de los campos social, económico y político.

El campo de acción económico se impacta de manera positiva gracias a la generación de empleo[17] y al incremento de recaudo por concepto de impuestos en la ciudad de Cartagena. De igual forma, al activarse la locomotora de la infraestructura, se cumple con lo planteado en el Plan Nacional de Desarrollo en materia de competitividad y crecimiento sostenible.

En materia social se prevé que el desarrollo del proyecto contribuya a la mejora de las condiciones de calidad de vida de los habitantes de Cartagena de Indias, en especial de los habitantes de las comunidades localizadas en la isla de Tierra Bomba (Bocachica, Tierra Bomba, Caño del Oro y Punta Arena).

En relación con el campo político, se verá fortalecido toda vez que de una adecuada gestión del proyecto, se podrá fortalecer la legitimidad de las políticas de gobierno, puestas de manifiesto en el Plan Nacional de Desarrollo. Lo que se constituye en el cumplimiento de programas de gobierno.

La Defensa y Seguridad nacional son derechos de la comunidad, que se crean y se fortalecen gracias a la acción conjunta de los campos de acción del poder nacional y que actuando como eje de un círculo virtuoso, se convierten en el eje del bienestar y desarrollo de un país.

Una de las maneras de lograr el desarrollo de un país es hacerlo a través del desarrollo del poder marítimo[18] y éste se logra mediante el fortalecimiento del poder naval, puesto de manifiesto en la construcción de una nueva base naval que cumpla con las expectativas nacionales e institucionales y le facilite al Estado el aprovechamiento de los recursos marítimos, así como su relación con el mundo entero, a través de las líneas de comunicación marítima.




[1] Palabras del señor Presidente de la República, Juan Manuel Santos, durante la ceremonia de ascenso a Oficiales en la Escuela Naval de Cadetes 7 de diciembre de 2011.

[2] DE MAYER, Becky; MOGOLLÓN, Helena y SEGOVIA SALAS, Rodolfo. Las Fortificaciones de Cartagena de Indias: Estrategia e Historia. En: Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango [en línea]. Colección en línea. [Consultado el 30 enero 2013]. Disponible en

[3] Información obtenida en los archivos históricos propiedad del señor CALM (H) Q.E.P.D Julio César Reyes Canal, disponibles en la Gerencia del Proyecto de la Base Naval del Caribe.


[4] Plan Nacional de Desarrollo. Prosperidad para Todos. Capítulo III, Crecimiento Sostenible y Competitividad. P51

[5] Plan Estratégico Naval 2011-2014. Objetivos estratégicos de la Política de Seguridad y Defensa para la Prosperidad. 2.1.4 “Avanzar hacia un sistema de capacidades disuasivas creíble, integrado e interoperable”. P23

[6] MARTÍNEZ PACHÓN, Guillermo. Coronel (RA) Ejército Nacional de Colombia. El Principio de la Defensa Nacional. En: Revista Fuerzas Armadas Vol LXXXIII, edición 216 (Diciembre 2010); [consultada el 31 de enero de 2013] Disponible en <http://www.cgfm.mil.co/CGFMPortal/Cgfm_files/Media/File/Revista-FFAA%20216.pdf>

[7] BACHELET JERIA, Michelle. Efectos Económicos de la Política de Defensa. En: Revista de Marina Armada de Chile Vol 119/871 (Nov-Dic 2002); [consultada el 31 de enero de 2013] disponible en <http://www.revistamarina.cl/revistas/2002/6/bachelet.pdf>

[8] LORCA SÁNCHEZ, Juan Pablo. Economía de Defensa y Guerra. En: Revista de Marina Armada de Chile , Vol 117/854 (Ene-feb 2000); [consultada el 23 de enero de 2013] disponible en <http://www.revistamarina.cl/revistas/2000/1/lorca.pdf>

[9] Guía de Estudio Fundamentos de Estrategia. Departamento de Estrategia. Escuela Superior de Guerra. 2013. p36

[10] Ibid p34

[11] MASON C, Ann. El TLC y la seguridad en Colombia.En: Revista Colombia Internacional Universidad de los Andes No.61 (Junio 2005); [consultada el 30 enero de 2013] disponible en <http://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/452/view.php> , ISSN (Versión en línea): 1900-6004

[12] Ibid

[13] COLLAZOS GUZMÁN, Germán. Capitán de Corbeta Armada República de Colombia. Proyectos marítimos, aporte potencial a la estrategia del Estado contra los grupos narcoterroristas. Citando a Alfred T Mahan. En: Revista Fuerzas Armadas. Jul 2007, p 50

[14] MORA RIQUELME, Luis. Importancia del patrimonio cultural subacuático para los intereses marítimos de Chile. En: Revista de Marina Armada de Chile , Vol 122/889 (Nov-Dic 2005); [consultada el 23 de enero de 2013] disponible en <www.revistamarina.cl/revistas/2005/6/mora.pdf>

[15] Decreto No.0977 de 2001, Por medio del cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias. Artículo 2, referido al uso del suelo.

[16] Concepto de Desarrollo Urbano, disponible en: www.dnp.gov.co/Programas/ViviendaAguayDesarrolloUrbano/DesarrolloUrbano/ElDesarrolloUrbanoenelPND.aspx

[17] PINILLA ACOSTA, Juan. La Construcción de la Nueva Base Naval del Caribe y su aporte al Desarrollo de la Ciudad de Cartagena. En: Revista Armada. Edición 100 (Septiembre 2012) P.28

[18] BALLESTEROS MARTIN, Miguel Ángel. Citando a Mahan en El Valor Geoestratégico de las Islas Canarias. En: Documento de Análisis del Instituto Español de Estudios Estratégicos. Febrero de 2013. [consultada el 4 de febrero de 2013] disponible en <http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2013/DIEEEA09-2013_ValorGeoestrategicoICanarias_GBBallesterosMartin.pdf>

  
BIBLIOGRAFÍA





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